martes, 11 de diciembre de 2012

Todavía no llegue y ya te estoy rozando. Tu sol no deja de brillar. Mi corazón aumenta los latidos. La vida se me escurre de las manos. Yo vengo a buscar un poco de tus ojos, de tu pelo, de tus palabras. Y vengo también a dejarte el alma. No pido mucho. Quizás un poco de tu tiempo. Un abrazo. Mi salvación. O mas bien, mi perdición.

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