Desde un principio fui clara, yo no iba a detener tu partida si así lo decidías, todo estaba en tus manos y así fue. Pero el problema no es el fin, sino los medios. Quizás esperaba un poco más de vos.
Ya tengo sabido de memoria que nada es para siempre, y aún así el dolor volvió a sorprenderme. Siempre me termina encontrando de alguna forma sin importar lo alto que me encuentre.
Ahora solo me queda ir juntando mis pedazos. De a poco, sin prisas. No digo que sea fácil, pero ya tengo experiencia.