lunes, 8 de agosto de 2011

Y va a parar.

 Estaba acostada en mi cama, mirando el techo. Pensando. Y en eso, una lágrima se escapa. Una mezcla de impotencia, tristeza, soledad, desolación y lo que sea, pero nada bueno. Cuestión que ahí estaba, hablándome y contestándome a mi misma (en silencio). Convenciéndome de todas las maneras de que ya era hora de cortar con eso. Los pequeños detalles son los más dificiles de olvidar. Y a eso sumale el mecanismo idiota que tiene nuestra mente que elimina todos lo malo y resalta solo lo más lindo.
 Al final seco los restos de tristeza salada de mi cara. Y comienzo a dormirme.
- "Que sea la última vez".

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